Baile de La Flor
La danza de la flor,
en su inicio ha formado parte de ritos de amor, liturgia de alegría, siendo en
nuestros días, el reflejo, dato y reminiscencia del pasado. Aquí en Acatlan es
donde se desenvolvió y sigue hoy en día recobrando el valor artístico de la Dirección
Musical del gran amigo acatecano; Antonio Cruz Nieto Ruiz, esta danza también
se practica en algunas comunidades como San Miguel Tulapa y rancherías
aledañas.
Entre los
instrumentos se destacaban los de cuerda y eran: El bajo quinto de espiga y dos
violines, que fue llamado "Conjunto de la chichi pelada". Esta
música era solicitada en los casamientos de la gente de los barrios o pueblos
circunvecinos de nuestro Acatlan y de San Pablo Anicano. La mujer vestía blusa,
enagua blanca y falda floreada de tela de percal, su rebozo, huaraches,
collares al cuello, aretes, trenzas con moños de listones que adornaban su
cabeza, haciéndola así auténtica vestimenta de la mujer mixtecxa. Ésta al
bailar llevaba una canasta arreglada con flores a la pareja de los recién
casados, llevando una significación de pureza y fidelidad. El hombre vestía
camisa y calzón de manta, sombrero, huaraches de gallo, pañuelo en el cuello y
en la cintura, para hacer notar su gallarda y varonil figura, así como un coton
en el hombro, llevando en el brazo izquierdo un guajolote, adornado en el
pezcuezo con un moño de listón rojo, chiles anchos; para darles suerte a los
novios, teniendo gran significación para la pareja de los recién casados. En
esta hermosa estampa tradición folclórica, riqueza del arte en su música como
en su danza, conserva el arraigo religioso, ancestral del pasado al presente,
del amor del hombre a la mujer, cuya manifestación es puramente popular en el
presente de hombres y mujeres con entusiasmo y alegría.
Fiesta del Señor de la Paz
La
fiesta más grande es el festejo de "El Señor de la Paz" en el mes de
abril, también llamada la feria del "calabazo" por ser característica
de esta feria, el colorido de las artesanías de Olinala, Guerrero. Cuenta la
gente que hace aproximadamente 20 años, los novios esperaban ansiosamente la
feria, pues cuando alguien se casaba compraba además de su calabazo una caja de
madera decorada, era señal de que pronto se casaría. Se acostumbraba a guardar
el vestido de novia en esas cajitas. Aquí cabe de comentar una clara
manifestación representativa de los cacicazgos, metida en la forma de ser del
pueblo: cuando alguien se quería casar y era muy pobre, los papás buscaban a
una tercera persona, una persona de respeto como le llamaban, que regularmente
era el dueño de la tienda o de las tierras, esta persona de respeto era
sinónimo de persona de dinero, a la que llamaban tehuexi, para ir a pedir la
mano de una mujer. Era todo un ritual, sobre todo cuando los padres se tenían
mucha estima, haciendo esperar al novio, pues en esos tiempos se casaban sin
siquiera haber cruzado palabra. El Teheshi, iba preparado para la espera y si
le aceptaban pronto la visita mejor, llevaba una botella de licor de moda, que
casi siempre era aguardiente y cigarros para amenizar el rato. Una vez fijada
la fecha de la boda, ésta se celebraba con la asistencia de casi todo el
pueblo. Se bailaba la danza del Guajolote. Las comidas típicas son el chilate de pollo, tamales de fríjol
y mole de guajolote, así como la barbacoa de chivo.
Recomendaciones:
Artesanías: Se hacen flores artificiales; trabajos de madera torneada y
alfarería
Gastronomía:
Alimentos: Mole
poblano, pipián, tamales, chilate de chivo o de res, barbacoa de chivo o de
res, huasmole, salsa de ajo, chiquiliches.
Dulces: Conservas de frutas, palanquetas, calabaza
y jamoncillo.
Bebidas: Infusión de hobo y aguardiente.
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